Como uno de los nexos estilísticos más representativos de la cultura postdigital y el New Ugly, el Glitch se abre como una grieta en el sistema aprovechando la estética del error digital como posibilidad creativa.
La manera más fácil de definir un glitch es decir que es un error tecnológico, un archivo dañado o linea de código perdida. No es algo propio en el sistema si no normalmente un fallo pasajero que nos aleja de la ilusión que es el control sobre la tecnología. El glitch siempre es efímero y tiene un halo misterioso que aleja el pensamiento del mundo digital eficiente, creando elementos oníricos a partir de rupturas tecnológicas.
En un escenario en el que se diluye la frontera entre el mundo físico y virtual, la seducción de la tecnología ha perdido peso en la mente de las personas y el arte acude al error digital en un intento por humanizar los nuevos medios y dispositivos.
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Aunque el glitch suele entenderse como algo que sucede sin que lo provoques, el arte no es tan inocente y casual como eso. Muchas creadoras bajo la etiqueta del New Ugly (una ecléctica corriente de diseño gráfico que encuentra en la simulación amateur su principal rasgo diferencial), llevan décadas usando distintas técnicas como el databending, datamoshing, aliasing, pixel shorting o no-input, explorando nuevos territorios y llevando el error hacia una forma estética.
Técnica Pixel Shorting sobre una foto de Azkuna Zentroa
Inspirada en los fallos que se vieron en los primeros códecs de vídeo digital como DivX,
el datamoshing es una práctica mediante la cual los artistas audiovisuales rebajan activamente la calidad de las imágenes digitales creando remolinos impresionistas de imágenes trituradas. Ofrecen una estética más cruda y muestran la decadencia que sufren las imágenes digitales con el paso del tiempo.
Dado que esta técnica tiene lugar a través de la compresión deliberada de imágenes, aquí argumentamos que la mencionada pérdida de calidad es una elaboración artística de entropía, que nos lleva a la posibilidad de una teoría del caos digital. Sin embargo, dado que la pérdida de datos es reelaborada por los artistas para crear nuevas formas, pensamos que se trata de una forma de emergencia digital que genera orden a partir del caos.
@Anya Asano – Datamosh
Otras formas de inducir intencionadamente algunos de estos fallos es el proceso llamado databending. El databending adopta un enfoque similar al circuit bending, utilizando programas informáticos para alterar intencionadamente la información contenida en un archivo.
En muchas de estas técnicas se comienza a trabajar sin tener un objetivo claro, o sin tener ningún objetivo en absoluto, y a través de la exploración de diversas ideas, se da forma a un resultado creativo.
La improvisación, ya sea como otro medio para hacer un boceto, o como una actuación en vivo frente a una audiencia, se facilita a través de la codificación en vivo (Live-coding), así como a través del mapeo mutable, construyendo una narrativa continua a través de la manipulación de instrucciones de programa e interconexiones que «rompen” el código.
El arte siempre ha estado ligado a la tecnología. Las nuevas técnicas y materiales han permitido constantemente a los artistas innovar y crear nuevos tipos de obras. El error revela una oportunidad, un camino nunca antes imaginado, una chispa de energía creativa que indica que algo diferente está a punto de suceder. Cuando esto ocurre, la búsqueda originaria salta más allá de su impulso y se funde en un reino de nuevas condiciones. Traspasa la membrana de lo normal para visualizar un nuevo protocolo que, haciendo añicos el anterior, te traslada a otra dimensión.
@Demsky__ HYPRSPC
La temática en Bideotikan 23 girará en torno a la estética del error digital, con el objetivo de revelar su importante presencia en las practicas estéticas en diseño gráfico y el arte contemporáneo. Nos vemos en las pantallas de la ciudad en Noviembre.
